Sr. Director:
La cadena de televisión ABC estrena el próximo 6 de agosto I-caugth, un programa informativo para la generación YouTube. Su fuerte son imágenes generadas por los ciudadanos. Se emitirá los lunes a las 10 de la noche, informa la revista Variety. También CNN y Current TV explotan y comercializan los videos que les envían los reporteros desconocidos. Luego los transforman en programas de entre dos y siete minutos. Incluso les pagan.
Un telediario sin presentadores, sin firmas reconocidas, sin responsabilidades. Porque ya no informan los periodistas, sino cualquier aficionado que tenga teléfono móvil o cámara digital. Al receptor le bastará con entrar en las páginas web de estas cadenas.
Lo último de los famosos, crímenes o tragedias son los platos más picantes de este menú interactivo. David Sloan, productor ejecutivo del programa de la ABC, dice que el mundo de la comunicación cambió en 2005, el día del vil atentado perpetrado por terroristas en el metro de Londres. Los viajeros, que ignoraban si saldrían vivos, grabaron todo lo que ocurría a su alrededor.
Que el mundo es una aldea global lo refleja bien este aluvión de imágenes enviadas desde cualquier rincón del universo por cronistas improvisados. El problema no está sólo en los contenidos que puedan emitirse, desde una masacre provocada por un loco en una universidad hasta una violación en directo. El gran peligro proviene de la manipulación de la realidad que pueda colarse a través de las gigantescas fauces que la revolución tecnológica ha creado.
Escribió Juan Pablo II que los medios de comunicación deben promover la justicia y la solidaridad, refiriendo con verdad y cuidado los acontecimientos, analizando de modo completo las situaciones y los problemas.
Clemente Ferrer Roselló
clementeferrer@yahoo.es