El incremento en la provisión de plazas puede rebajar la calidad del cuerpo
El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes las nuevas exigencias para el acceso a la Policía Nacional, rebajando la estatura mínima exigida El decreto es coherente con una OM de los ministerios de Interior y Defensa en la que también se rebaja la estatura exigida a los guardias civiles a los 165 centímetros. La estatura media exigida a las mujeres ya había sido rebajada a los 160 centímetros.
Más allá de la anécdota, el ministro Alonso argumenta que de esta manera se "incrementará la demanda potencial de aspirantes varones" para acceso al cuerpo "en un momento en el que el número de plazas ha aumentado notablemente". En efecto, para el 2007 está prevista la provisión de 5.575 plazas.
Más allá del detalle de la estatura, el incremento brusco en la creación de plazas puede rebajar la calidad de los miembros del cuerpo. Porque para conseguir reclutar un elevado número de miembros, no hay más remedio que rebajar las exigencias.
Y esto ocurre en la policía, pero también en las plazas de jueces y fiscales. La política del gobierno en relación a los servicios públicos es pendular e igual de negativa que la anterior. Si negativa fue la decisión de Aznar de congelar las plazas de funcionarios, igualmente nocivo puede resultar tratar de recuperar el tiempo perdido rebajando las exigencias. Porque esos funcionarios reclutados, serán los empleados públicos de los próximos 35 años como mínimo.