La propuesta de la presidenta de la Conferencia de Rectores y rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, para que empresas y particulares "apadrinen" a alumnos sin recursos afectados por los recortes no deja de ser una ocurrencia demagógica, impropia de tan alta representación.
No se trata de apelar a la caridad de nadie, sino de administrar los recursos públicos de manera eficiente.
Las universidades españolas tienen margen para bajar las tasas de matrícula si acaban con el despilfarro de estos últimos años.
JD Mez Madrid