La reforma fiscal, que está actualmente en fase de anteproyecto de ley, poco a poco va desvelando todas sus cartas. Algo que no hizo en su presentación el pasado viernes en el Consejo de Ministros, pero que detalló un poco más el pasado lunes. ¿Por qué no mostrar todos los detalles el primer día Está muy claro, no les interesaba, les gustaba más que los medios hablarán todo el fin de semana de la rebaja de impuestos.
Pero el lunes bajamos de la nube, pues se descubrió una de sus medidas más polémicas: la tributación progresiva para las indemnizaciones por despido. Aunque se establece un mínimo exento para las inferiores a 2.000 euros por año trabajado.
Esta medida ya ha levantado ampollas y el Ejecutivo deberá negociarla con los agentes sociales, hay que destacar la opinión del exdirector de la Agencia Tributaria (AEAT), Ignacio Ruiz-Jarabo. Él considera que podría ser inconstitucional su aplicación desde el 20 de junio, cuando se presentó la reforma, y no a partir de su entrada en vigor, que tendrá el 1 de enero de 2015, que sería lo más lógico. Una medida que en vez de apoyar a los trabajadores despedidos les da un palo más, indignante.
Cristina Martín
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