Me da la sensación de que con la Ley socialista por la que se pueden casar las parejas homosexuales, se ha cometido una gran injusticia.
Mi amigo Luis, que se casa este sábado, dice que va a objetar de alguna forma a esta ley, porque esto no era lo que él y su novia planearon hace tiempo.
Dice que va a acompañar la solicitud de inscripción en el Registro Civil con una carta solicitando que se le inscriba el matrimonio como los de antes, que eso sí era un matrimonio de toda la vida, lo natural.
Que me perdonen los homosexuales, porque yo de homófobo no tengo un pelo, pero aquí se han pasado ellos y los que nos gobiernan.
¿Dónde está la demanda social que justifica esta ley?, ¿dónde están los miles y miles de homosexuales que querían casarse?... Porque lo que sí hay son millones de hombres y mujeres que se han casado o se van a casar y ya no serán marido y mujer.
¿Es justo esto?. A mi amigo Luis no se lo parece, y a mí tampoco. ¿Podemos reclamar en algún sitio?, ¿nos escucharía ahora este gobierno, cuando no quiso ni mirar al millón y medio de españoles que salimos a la calle el pasado 18 de junio?...
¿Quizás habrá que convertirse en una minoría para que el Sr. Zapatero se fije en nosotros y nos escuche? Pues va a ser que no.
Carlos García García-Valdés