Raimundo Pérez-Hernández renuncia a su cargo a petición propia

Fue representante de España ante los organismos internacionales en Ginebra. En 2004 era embajador de Austria, pero el nuevo Gobierno lo cesó en el mes de julio. Posteriormente, tras el consiguiente ‘mochileo' en el Ministerio de Exteriores, es nombrado jefe de protocolo de ese Ministerio. O lo que es lo mismo: introductor de embajadores. Ahí ha estado hasta ahora que ha presentado su renuncia voluntaria. Y Moratinos por su puesto, le ha abierto la puerta. ‘A enemigo que huye, puente de plata'. Pero es una buena muestra del hartazgo que tienen algunos de la politización del servicio exterior de España.