La segunda ha sido los ataques a la gestión de Brufau, cuando, salvo en el reparto de dividendos, Sacyr ha apoyado dicha gestión. Esa crítica conllevaba la petición del nombramiento de un consejero delegado, aunque el objetivo último de Del Rivero era convertirse en presidente de Repsol.
Quizás por eso, fuentes de Sacyr han dicho a Hispanidad que no, que Del Rivero no pretende la Presidencia de Repsol para él sino simplemente, un consejero delegado que "represente a todos". Por ejemplo, Nemesio Fernández Cuesta, el mismo nombre que había propuesto al PP si no vetaba su camino hacia la Presidencia. Ni que decir tiene que Antonio Brufau no está dispuesto a aceptar esta situación de compromiso. La Caixa, en entretanto, y a pesar del cabreo con Del Rivero por no haber sido informado, guarda silencio.
Eulogio López
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