La energética alemana ha facturado un 11,3% menos, con un descenso del 24% de las ventas de gas
El grupo energético alemán E.On, que está abandonando 'estratégicamente' el sur de Europa, ha ganado 762 millones de euros netos en el primer trimestre del año, lo que supone un drástico descenso del 64,8%, ha informado la empresa, que ha confirmado sus previsiones para el conjunto del ejercicio (un Ebitda de entre 8.000 y 8.600 millones de euros y un beneficio subyacente de entre 1.500 y 1.900 millones). Sin el impacto de los extraordinarios, el beneficio subyacente alcanza los 1.220 millones de euros, un 13,2% menos que un año antes.
E.On ha facturado 31.820 millones, un 11,3% menos, con un descenso del 24% de las ventas de gas, mientras que las de electricidad aumentaron un 2%. El Ebitda descendió un 12,2%, hasta los 3.162 millones.
Johannes Teyssen, consejero delegado, explica esta caída por las dificultades en el entorno de negocio y las desinversiones. Y el director financiero, Klaus Schäfer, asegura que el grupo "mantiene el rumbo en momentos difíciles", con menos deuda y costes, "sin dejar de lado inversiones de cara al futuro".
En efecto, la compañía redujo su endeudamiento un 3,3%, hasta 31.137 millones de euros.
Miriam Prat
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