- Y el Ceo Andrea Brentan lo deja claro: las inversiones en España serán las mínimas obligatorias.
- Mientras, continúa la reducción de personal.
- Los ingresos se reducen un 8% así como el consumo de combustible, que cae un 23%.
- El negocio iberoamericano sigue salvando la cuenta de resultados.
- Eso sí, la deuda de la empresa presidida por Borja Prado se reduce de forma muy significativa.
- Según la compañía, el impacto negativo de la regulación en España desde 2012 ha sido de 1.329 millones de euros.
Recientemente el Ministro de Industria, el Sr. Soria, reconocía su elevado grado de comprensión sobre la reducción de las inversiones realizadas por las compañías eléctricas en nuestro país, derivado de un modelo regulatorio con un elevado grado contingente que desincentivaba la vinculación de nuevos recursos, y que iba en abundamiento de los problemas derivados del déficit de tarifa y los créditos que generaban ingresos pero escasos cobros.
Los resultados de Endesa publicados este miércoles evidencian los efectos de tal situación. Sus estados consolidados reflejan una reducción de los beneficios netos de la sociedad dominante del 8%, hasta un total de 1.879 millones de euros. Variación que se produce de manera diferente por segmentos geográficos de actividad. En este sentido, los resultados del negocio de España y Portugal caen un 17%, hasta un total de 1.176 millones de euros, mientras el beneficio del negocio desarrollado en Hispanoamérica crece un 13%, hasta un total de 703 millones de euros. El Ebitda total -resultado típico de actividad-, desciende hasta los 6.720 millones de euros. Se distribuye en un 51% del total de la entidad en Iberoamérica y un 62% del EBIT total se concentra en dicho segmento. La gestión del resultado de la entidad en este escenario legal convulso se ha producido a partir de una reducción de los costes fijos en 142 millones de euros, aportando flexibilidad en su proceso de gestión.
Un análisis más detallado de la cuenta de resultados permite evidenciar una reducción del 8% de los ingresos de actividad, en línea con la reducción del resultado atribuible a la sociedad dominante, así como una reducción de más del 10% de los costes por aprovisionamiento y servicios. Especialmente interesante resulta la partida de consumo de combustibles que reducen su valor en más de un 22%, hasta un total de 3.491 millones de euros, probablemente como consecuencia de un mercado menos convulso en las compras de su materia prima principal. La reducción del 3,8 del margen de contribución -diferencia entre las ventas menos los aprovisionamientos- mantiene su comportamiento en el resultado bruto de explotación, arrastrando su efecto hasta el resultado antes de impuestos, que se ve reducido en un 5% aproximadamente.
El coste total de las medidas regulatorias adoptadas en España desde el ejercicio 2012 son valoradas por la compañía presidida por Borja Prado (en la imagen), en un total de 1.329 millones de euros que se reflejan en el Ebitda de 2013, cantidad nada desdeñable, y que podría llevar el resultado final del ejercicio a más de 3.200 millones frente al dato real. Evidentemente esta situación ha derivado en problemas en la ejecución de nuevas inversiones realizadas en España y Portugal lo que ha conllevado a una reducción de las mismas en un 33% menos que en el periodo anterior, hasta un total de 604 millones, mientras que en Hispanoamérica ascendieron a 1.216 millones de euros, un 5% más.
Desde el punto de vista de su estructura patrimonial, lo más llamativo, además del desgaste de las inversiones citadas, corresponde a la reducción de la deuda neta a menos de la mitad que el periodo anterior, derivado del cobro de parte de los derechos de cobro acumulados por el déficit de tarifa español y a los recursos obtenidos como consecuencia de la ampliación de capital de la filial Enersis en un importe de 1.796 millones de euros. Esta situación deriva en un fondo de maniobra positivo -diferencia entre activos y pasivos corrientes- de 2.392 millones de euros, frente a una cantidad de 3.526 millones de euros en el ejercicio anterior, reducción de más del 30% en total. Dicha variación deriva de una reducción significativa de las inversiones corrientes, especialmente activos financieros corrientes (una reducción del 42,8%), y un aumento de los medios líquidos y efectivo que duplica su valor. Ello va de la mano de un aumento de la deuda financiera corriente y de los acreedores comerciales que justifican la variación final producida del capital corriente. Está claro que Endesa, como todas nuestras grandes compañías, continúa en el proceso de desapalancamiento.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com