• La española aporta el 37% del Ebitda de ENEL en el primer trimestre: 1.499 millones de euros de los 4.036 millones.
  • El principal problema de la italiana es la deuda: suma otros 1.633 millones que dejan el acumulado en 41.539 millones.
  • En Endesa todo se decide desde Italia, con la 'complicidad' de su presidente, Borja Prado, que se la juega en la junta del 18 de mayo.
  • Un apunte más: Pedro Solbes, 'complice' también de la absorción de Endesa por ENEL, deja el consejo de la italiana el 22 de mayo.

La italiana tiene un problema gordo. Hoy jueves ha presentado sus resultados del primer trimestre ENEL, la empresa pública italiana propietaria de Endesa, que los anunció ayer miércoles. No son buenos, no tanto por el beneficio -ha ganado 895 millones de euros netos, el 5% más-, como por la deuda que arrastra: 41.539 millones de euros, tras sumar otros 39.706 millones entre enero y marzo (el 4,6% más). Y en este apalancamiento se esconden, paradójicamente, las razones de lo poco que le importa Endesa -la está desmantelando-, a pesar de lo mucho que se aprovecha de ella: aporta bastante más de la cuarta parte de su beneficio bruto de explotación, el 37% en concreto, y es la principal accionista de la chilena Enersis, líder en Hispanoamérica.

Vamos por partes. El endeudamiento crece sin corsé en ENEL. Aparte de por los excesos, en general, de las empresas públicas, que presumen de rating porque les avala un Estado, en el caso de la italiana se suman las inversiones en Hispanoamérica, en el que ha puesto la diana para crecer. La estrategia no ha cambiado con el nuevo consejero delegado, Francesco Starace (en la imagen), que sustituyó a principios de abril a Fulvio Conti.  La última oferta de compra, este mismo mes, ha sido por la peruana Inkia Americas Holdings.

Endesa aporta al Ebitda de la italiana, nada más y nada menos que 1.499 millones de euros, a pesar de que en el primer trimestre se redujo un 9,6%. La conclusión es clara. Si el resultado bruto de explotación de ENEL en el trimestre ha sido de 4.036 millones (sólo el 0,5%), Endesa aporta más un 25%. El argumento quedaría cojo, si no se añade que en Endesa todo se hace desde Italia (o sea, no manda ningún español) y el consejero delegado de la española, el italiano Andrea Brentan, se cayó de las quinielas para sustituir a Fulvio Conti. Claro, el 'cómplice' de ese desmantelamiento ha sido Borja Prado, el presidente, que tendrá que dar cuentas de ello en la próxima junta de Endesa, el 18 de mayo.

También han descendió en ENEL, un 11%, los ingresos: 18.182 millones de euros. Pues, bien, de esa cantidad, 7.523 millones los aportó la española Endesa. Hagan cuentas.

A pesar de los pesares, Fulvio Conti le ha puesto buena cara a los resultados. A su juicio "confirman la validez de la estrategia del grupo y su diversificación geográfica y estratégica" y ha confirmado que continúan con la "estrategia de simplificar la estructura corporativa del grupo a través de la adquisición de participaciones minoritarias en varias filiales en Iberoamérica".

Un último apunte: Pedro Solbes, el ex ministro de Economía y ex comisario económico europeo, dejará el consejo de administración de ENEL el 22 de mayo, cuando la italiana celebre su junta general de accionistas. Ya se sabía pero no conviene olvidarlo: Solbes fue el hombre de Zapatero que permitió la absorción de Endesa por ENEL y que tenía la caradura de cobrar, encima, del erario público italiano.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com