- Según el Ceo, la mala imagen del sector se debe a que algunas cajas han recibido dinero público. "La banca no ha recibido ni un euro", sostiene... aunque es falso.
- Catalunya Banc: Marín cree una vez abierto el proceso, la venta de la entidad será rápida. "Se tendría que cerrar cuanto antes".
- Al Santander no le preocupan los nuevos parámetros de contabilización de la inversión bancaria en deuda pública: "No nos deben afectar en nada".
- OPA sobre el 25% de Santander Brasil: "El mercado no cree en nuestra franquicia y nosotros sí".
- Y sobre los test de estrés, Marín está tranquilo: "Pasaremos el test con nota".
A ver si nos entendemos. La banca en su conjunto ha comenzado una campaña contra algunas cajas de ahorros -ex cajas, para ser exactos-: la culpa de la situación del sistema financiero español, que ha necesitado un rescate europeo, es de esas cajas que entonces estaban gestionadas por políticos (como otras que no han tenido ningún problema, todo sea dicho). Hasta ahí, pase, aunque con matices. Lo que no es de recibo es la segunda parte del discurso: la banca no ha recibido ayudas públicas, repiten a modo de mantra.
El último en hacerlo ha sido el consejero delegado del Santander, Javier Marín (en la imagen). Durante la presentación de resultados del primer trimestre celebrada este martes, Marín ha asegurado que la mala imagen del sector hay que achacarla a que algunas cajas han recibido dinero público para sanearse. "La banca no ha recibido ni un euro", ha señalado. Hombre, no. ¿Acaso no recibió el Sabadell ayuda pública para quedarse, por ejemplo, con la CAM ¿Se hubiera quedado el BBVA con UNNIM si no hubiera contado con ayudas públicas
Sí es cierto que el Santander -como el Popular- no ha recibido ninguna ayuda. El primero sencillamente porque, fuera de absorciones a sus propias filiales Banesto y Banif, no ha adquirido ninguna entidad. El Popular, en cambio, se hizo con el Pastor sin contar con ninguna ayuda pública. En definitiva: algunos bancos sí han recibido ayudas públicas, y la culpa de la mala imagen de la banca no es únicamente debida a esas cajas mal gestionadas.
Precisamente, sobre una de esas entidades, Catalunya Banc, Marín cree que la venta "se tendría que cerrar cuanto antes porque es el último coletazo de la reestructuración" del sector. Sin embargo, parece que la subasta de la entidad ha sufrido un nuevo retraso y no se llevará a cabo hasta el verano. En cualquier caso, Marín cree que, una vez abierta la operación, se cerrará en poco tiempo.
Otro asunto: los nuevos parámetros de contabilización de la inversión bancaria en deuda pública. Como ya publicamos en Hispanidad, según un informe, esta nueva normativa puede provocar unas pérdidas netas al sector de 17.500 millones de euros. Según las palabras de Marín, no al Santander, que tiene unos 20.000 millones de euros en deuda pública pero tiene un sobrante de liquidez de 30.000 millones. "No nos deben afectar en nada", ha dicho.
La OPA sobre el 25% de su filial brasileña ha sido otro de los asuntos tratados. Según el Ceo, la operación no varía en nada la estrategia general del banco, esto es, que coticen todas las franquicias. En este caso, la justificación de la OPA voluntaria sobre el 25% de la entidad se resume en una frase de Marín: "El mercado no cree en nuestra franquicia y nosotros sí". Según el Ceo, es una operación que beneficia a todos: al banco y a los accionistas. Sea como fuere, estamos hablando de accionistas institucionales, no de minoritarios. Entre ellos está Qatar, que posee el 5% de Santander Brasil. En cuanto a la acogida que vaya a tener la operación, Marín no ha querido aventurarse, pero sí ha aclarado que la franquicia seguirá cotizando en bolsa.
Para terminar, los próximos test de estrés. Marín está tranquilo. "Pasaremos el test con nota", ha asegurado. Sobre si las condiciones serán más duras para las entidades españolas que para las del resto de Europa, el Ceo no se ha pronunciado, pero sí ha afirmado que "el punto de partida es radicalmente distinto. Asumiendo que se estresaran igual -entidades españolas y del resto de Europa-, el estrés sería mayor para España porque el punto de partida no es igual", ha explicado. En definitiva, que el escenario estresado que se plantee ahora será sobre un escenario ya muy estresado.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com