- El presidente del Consejo Europeo ha asumido la "responsabilidad compartida" de Europa en la crisis española.
- Además, ha elogiado -otra vez- las reformas del Gobierno español y ha animado a Rajoy a continuar con los ajustes.
- Y si España quiere que la ayuden, debe pedir el rescate a Europa.
- Rajoy, por su parte, ha negado que esté negociando la ayuda: es más, afirma que el Ejecutivo todavía no ha decidido si finalmente pedirá el rescate.
- Puntos en común: la necesidad de tener una unión bancaria en diciembre, y la irreversibilidad del euro.
- De momento, la prima de riesgo vuelve a sus andadas y ha superado los 515 puntos básicos.
Este martes ha comenzado la ronda de reuniones que mantendrá el presidente Rajoy con distintos líderes europeos, tras las vacaciones de verano. El primero ha sido el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy (en la imagen, junto a Mariano Rajoy), que en su comparecencia ante los periodistas, ha señalado que Europa tiene cierta responsabilidad en la crisis que afecta a nuestro país. Eso sí, de asumir esa "responsabilidad compartida" con hechos, nada de nada. Sólo con palabras, que son más baratas.
Por supuesto, ha elogiado –todos los que pasan por Moncloa lo hacen- las medidas del Gobierno, y ha animado al presidente Rajoy a continuar con los ajustes. Ahora bien, si el Ejecutivo quiere ayuda, debe pedirla a Europa, y no esperar a que, por ejemplo, el BCE compre deuda. Aún así, Van Rompuy ha afirmado que "estamos preparados para actuar rápidamente para salvaguardar la estabilidad financiera". Claro que atendiendo a los hechos de los últimos meses, habría que saber si además de preparados están dispuestos, y también habría que aclarar a qué estabilidad financiera se refiere.
Preguntado sobre el rescate europeo, Rajoy ha dejado claro que el Gobierno no está negociando las condiciones del rescate porque, entre otras cosas, todavía no ha pedido dicho rescate. Es más, el presidente ha asegurado que aún no ha tomado la decisión de si lo va a pedir o no.
Un punto en común entre los dos: que la unión bancaria debe estar lista para el mes de diciembre, y que el euro es irreversible. Además, han coincidido en que si Grecia abandona la moneda europea, sería un fracaso colectivo, de toda la Unión.
Pero estas palabras, lejos de dar confianza a los mercados, no han supuesto ninguna relajación sobre la financiación española. La prima de riesgo ha vuelto a superar los 515 puntos básicos a lo largo de la jornada, con una rentabilidad del bono español a diez años superior al 6,4%.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com