Este fin de semana se han celebrado unas jornadas económicas de la Universidad de Alcalá de Henares en el Parlamento gallego. Una de las anécdotas de unas jornadas muy bien organizadas, según los asistentes, fue el rifi-rafe del director del Instituto de Estudios Económicos, Juan Iranzo, con el secretario general técnico de Abengoa, José Domínguez Abascal. El abengoa defendió la realidad del cambio climático y defendió la apuesta gubernamental por las energías renovables. Convicción de cuenta de resultados, porque Abengoa es junto a Acciona y ACS una de las tres A beneficiarias de las primas a las renovables.
Iranzo saltó para negar la mayor: el cambio climático provocado por la acción del hombre. Y de ahí a las menores. En primer lugar, las primas impagables. Y en segundo lugar, la demonización de la energía nuclear. Una energía robusta, segura y por cierto, limpia, no emisora de CO2, indispensable para cumplir con Kyoto.
La mayoría de los participantes mostraron su fe en la nuclear, aunque uno de los mayores apóstoles fue Jordi Sevilla, quizás el más pronuclear del antiguo Gobierno Zapatero. Respetando a Sebastián, por supuesto. Eso sí, mientras asisten a los Consejos de Ministros permanecen silentes. Por si acaso el más antinuclear del Gobierno les pierde la confianza.