Joan Puigcercós, portavoz de los independentistas catalanes en el Congreso de los Diputados, lo tiene muy claro: "Alfredo Pérez Rubalcaba sería capaz de provocar un incendio con tal de iluminarse". Rasputín, como también es conocido el portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, ha dejado claro que el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2005 lo negocia él con otros grupos minoritarios. Precisamente él, no el vicepresidente económico Pedro Solbes, que se supone es así como debe ganarse el salario.

 

Por de pronto, el próximo jueves 17, el grupo parlamentario socialista podría quedarse solo en la aprobación del límite de gasto público, un trámite que marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria promulgada por el Gobierno Aznar, más conocida como ley del déficit cero. Y es que a Solbes le parece bien el control presupuestario, tan bien como podría parecerle a Rodrigo Rato o a Cristóbal Montoro, pero a los socios parlamentarios del PSOE no les parece tanto. Y el Partido Popular es lo suficientemente irresponsable como para atender antes a sus deseos de fastidiar al PSOE que a la coherencia con lo que él mismo legisló. En cualquier caso, ya saben quién manda en el PSOE: Rasputín.