Fue Alfredo Pérez Rubalcaba quien obligó a Zapatero a romper todo contacto con ETA tras el doble asesinato de Barajas. Luego -los hechos son tercos-, la actualidad doblegó a la cabezonería presidencial y obligaron a ZP a aceptar las tesis de Rubalcaba. Otra cosa es que se lo haya perdonado. Además, Rubalcaba es el hombre de PRISA en el Gobierno, y las relaciones con PRISA no atraviesan su mejor momento.
En cualquier caso, el responsable de Interior insiste en que el PNV no es buen socio de viaje para terminar con ETA. El cántabro es de los socialistas convencidos de que PNV y HB se parecen demasiado.
Sin embargo, ZP necesita de los votos del PNV en el Congreso de los Diputados, donde sufre una lamentable soledad.