Pero, ojo, no el de crecer al margen de los mercados financieros organizados. A mí la Bolsa no me da ninguna seguridad y el control de la CNMV provoca risas entre los iniciados.
Ahora bien, la persecución de la que ha sido objeto Nueva Rumasa es similar a la de Rumasa de 1983. Vamos a ver: ¿había razones económicas para expropiar Rumasa por razones económicas? Sí, las había, aunque inferiores a otros casos no expropiados, por ejemplo, la banca. Ahora bien, ¿eran las únicas razones? Por supuesto que no. Había razones políticas, las de un PSOE deseoso de imponerse a la derecha a bofetadas a través del BOE.
Hoy vuelve a suceder lo mismo: Ruiz Mateos no puede crecer a la velocidad que lo está haciendo, no puedes crear empresas con deudas y lo lógico es crecer con el excedente. Ahora bien, ¿hay razones políticas tras esta persecución al jerezano? Sí, también las hay. Pregunten en la vicepresidencia primera. El señor Rubalcaba también quiere ahora dar un puñetazo en la mesa, en su lucha por convertirse en el jefe de filas del PSOE, primero, en ganar las elecciones, después.
¡Ah!, y los bancos también están interesados en mantener el statu quo actual, un oligopolio donde sólo tienen cabida los que ellos deseen, porque tienen la manguera del crédito en sus manos y controla los mercados financieros.
Y es que en economía la imagen crea la realidad. Si al sistema político y financiero de poder se empeña en que alguien está quebrado, no lo duden, ese alguien quebrará.
Por cierto, la expropiación de Miguel Boyer resultó un desastre para el país y una mamandurria en el reparto de los activos enajenados a Rumasa. Si Nueva Rumasa cae, volverá a producirse la misma merienda de negros de hace 28 años.
Eulogio López
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