La aerolínea de bajo coste, Ryanair, no gana para sustos. Estas empresas constituyen el principal problema de las grandes compañías. Sin embargo, sus costes ajustados no bastan. Por de pronto, la Unión Europea ha condenado a Ryanair por subvenciones que no considera ajustadas a derecho. Por otro lado, la acción sufre en Bolsa, porque el gran negocio no parece tan gran negocio.
Quizás por todo ello, los directivos de Ryanair han querido sacar dinero hasta de los restaurantes del aeropuerto de Gerona (su base de operaciones en España), exigiendo que les paguen comisión por los clientes que les aportan. La respuesta ha sido muy clara: nosotros dependemos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Do you understand?