La vicepresidenta de Gobierno, en las últimas semanas, mide mucho sus palabras en las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros, y también sus silencios. Este viernes lo ha vuelto a demostrar con respecto al caso Dívar. Por esta razón, su reacción ante la pregunta sobre los planes de Esperanza Aguirre de reducir el número de diputados en la Asamblea de Madrid no deja de ser sorprendente. Le preguntaron si era extrapolable a otras Comunidades Autónomas y, sin venir mucho a cuento, ésta ha sido su respuesta: "El Gobierno valora las iniciativas de ahorro, estamos en un procedimiento de consolidación fiscal, pero sobre este asunto que me preguntan, la fijación del número de diputados requiere hacerse dentro de los márgenes de la Constitución…y no estamos ahora precisamente para una reforma constitucional…es más, sobre este punto, dentro de la Cámara, no faltan grupos que han promovido un aumento del número de diputados. No todos estarían de acuerdo en ese consenso ni verían con buenos ojos una reducción", ha afirmado.
La pregunta dirigida a Soraya no se refería expresamente al Parlamento de la nación, sino más bien a los distintos parlamentos autonómicos. Hasta Durán Lleida supo entender la pregunta el pasado martes y habló con libertad del tema. No hay peor desprecio que no hacer aprecio, y eso es lo que ha hecho la vicepresidenta del Gobierno al irse por los cerros de Úbeda de forma muy calculada. Ella, que tan bien mide sus silencios, podría haber valorado con mejores palabras la iniciativa de su compañera de partido.
Por otra parte, este viernes, en el Consejo de Ministros se ha autorizado a la Comunidad de Madrid para que realice operaciones de préstamos en el exterior y emisiones de deuda pública por un importe máximo en torno a 1.417 millones de euros.
Sara Olivo
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