El beneficio atribuido del Santander en el tercer trimestre descendió un 3% hasta los 6.740 millones. El banco presidido por Emilio Botín ha preferido de nuevo destinar sus extraordinarios a dotaciones y saneamientos, según explico el consejero delegado, Alfredo Sáenz en la presentación de resultados de este miércoles. El primer ejecutivo del banco no duda que a 31 de diciembre la entidad habrá alcanzado el objetivo de repetir el beneficio neto ordinario de 2008, que fue de 8.876 millones de euros. Sin embargo, el mercado no acoge con optimismo los resultados: con el Ibex bajando un 1,4% en la recta final de la sesión, la acción del Santander caía un 3,2%.
A Sáenz no le gustan las preguntas comprometidas. No se preocupa siquiera de hacer ejercicio de cintura cuando le hablan de la jubilación de Emilio Botín o la posible salida de Rodrigo Rato para ir a Caja Madrid; zanja la cuestión con un No contesto a esas preguntas y a otra cosa.
Sáenz sí reconoce que la avería como le gusta a Botín llamarlo - de Madoff ha mantenido ocupados casi al 100% los recursos en Hispanoamérica, lo cual ha repercutido en la marcha del grupo en la zona. Pero, al parecer, el Santander sigue en la línea de hablar de Madoff lo justito- y no mencionar Lehman, caso que ni siquiera reconoce y que, por tanto le ha robado menos tiempo.
Por lo demás, Sáenz augura un año 2010 duro para la banca en el que la morosidad, que ha pasado del 1,7 al 3,03%, continuará avanzando hasta al menos mediados de año. El presente año acabará con una morosidad de alrededor del 3,3% gracias a la mejora en las recuperaciones, después de unos años de baja morosidad en los que habíamos licenciado a los ejércitos, dice Sáenz en referencia a la escasa dedicación que exigía este aspecto y la pérdida de punch en las recuperaciones.