Promete el Partido Popular 100 euros mensuales para todas las madres que tengan un hijo (hasta ahora las pocas autonomías que lo ofrecen sólo lo concedían a la mujer que trabajaba fuera de casa) y hasta los 3 años de edad. No es para tirar cohetes pero algo es algo, sobre todo porque la gran paradoja, especialmente de Europa, es la siguiente: lo que más necesita una sociedad envejecida es niños, que es lo que no quieren tener las parejas europeas. Y segundo: la mayor aportación que las parejas, especialmente la mujer, que corre con los riesgos a la sociedad son futuros contribuyentes. Europa se cae de vieja.
Por tanto, el salario maternal se convierte en la verdadera cuarta pata del estado de Bienestar tras pensiones, educación y sanidad. Antes de ser educados y sanados, incluso antes de jubilarse es condición ‘sine que non' haber nacido. En definitiva es una prestación social justa, la más justa de todas.
Ahora bien, con 100 euros no se cría a un niño. Se necesita más, mucho más. El partido que financie la maternidad, puede provocar un vuelco electoral.
Posdata: sería bonísimo que Esperanza Aguirre, quien ha he realizado esa promesa, no financiera tantos abortos en las clínicas privadas de Madrid. Financiar el aborto y financiar la maternidad suena un poco contradictorio.
Eulogio López