Lo cierto es que lo abarata para el empresario pero no lo reduce para el trabajador. La diferencia la paga el Gobierno, o sea, la pagamos todos.
¿Y qué? ¿Acaso lo relevante para crear puestos de trabajo es la cuantía de la indemnización por despido? Pues no. En materia de despido, lo que importa no es la indemnización de salida sino la causalidad. No habrá reforma laboral seria hasta que no se llegue al despido libre. Pagado, pero libre.
Habrá que insistir. El empresario no es un sádico que despide para fastidiar. Despide cuando no ingresa y contrata cuando lo necesita, pero lo que no puede ser es que contratar a un trabajador suponga casarse con él (de hecho, en España es más fácil divorciarse de tu señora que despedir a un empleado).
No, lo que hay que exigirle al empresario, y por ley, es que valore el trabajo de sus empleados pagando salarios dignos y que no abuse del exceso de mano de obra. Poco me importa que el despido sea libérrimo y se reduzca el tiempo de cobro de subsidio de paro si se paga bien al trabajador mientras lo es. En este sentido, el sistema norteamericano es, sin duda, el mejor. En aquel país, y antes de que Obama lo eche a perder, cuando un patrón despide al trabajador no tiene ni que darle una explicación de por qué lo hace. Eso sí, los salarios son más altos en Estados Unidos que en España y la hora de trabajo se valora mucho más que aquí. Y -¡qué casualidad!- es un país con una tasa histórica de paro poco por encima de la mitad de la española.
Otro caso, Irlanda: subió los salarios y redujo impuestos. El salario mínimo y el salario medio irlandés superan con creces a los vigentes en España. Ahora, con la crisis, les toca apretarse el cinturón pero los salarios dignos, mucho más dignos que los que se cobran en España, ya no se reducirán en la misma medida del ajuste fiscal.
El debate sobre el despido es falso. Señores: mejor sería una sana discusión sobre salarios, sobre todo sobre salarios bajos, pues en España se cobra poco y se explota mucho al trabajador en determinados sectores como, por ejemplo, el sector periodístico.
Y así, el empresario perderá el miedo a contratar. Ayudaría mucho, también, una rebaja sustancial -sistema norteamericano- de las cuotas sociales y del conjunto de impuestos que gravan el empleo, como la chorrada del FOGASA.
Respecto a la propuesta del FMI... otra chorrada. Es cierto que sólo debería haber un contrato, el contrato indefinido -así, de paso, nos cargaríamos a las empresas de trabajo temporal, un cáncer del sistema laboral- pero lo que importa neo abaratar el despido -eso sólo beneficia a los empresarios, sino -again- pagar salarios que permitan sacar adelante a la familia.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com