Tal y como informara Hispanidad el pasado 20 de julio, la ministra de sanidad española, Elena Salgado ha sido candidateada por el Gobierno español para presidir la OMS, la inventora de los derechos reproductivos, y definidora de la vida humana desde el momento de la implantación, en el día 14. Una definición política de la que cuelga la investigación con embriones y el aborto químico, precisamente el que pretende impulsar Salgado con el inestimable apoyo de la industria anticonceptiva.
Es la candidata perfecta porque comparte con la OMS la despatologización de la homosexualidad y el derecho a la salud sexual y reproductiva, eufemismo que esconde el aborto. Es el adalid del sexo sin concepción y concepción sin sexo y comparte la cruzada contra el tabaco y contra el alcohol. Ya ha amenazado a los bares que incumplan la ley antitabaco con utilizar a la población civil como chivatos de la cruzada antitabaco. Todo sea por lo políticamente correcto. Incluso ya ha recibido un premio internacional por su campaña. Definitivamente, es la candidata perfecta para la gran organización internacional abortera.