La prensa pro-PP se empeña en un invisible "empate técnico", pero las encuestas siguen dando entre 2 y 4 puntos de ventaja al actual Gobierno sobre la oposición. Lo cierto es que todos los sondeos dan vencedor al PSOE. Sólo en 2004 se produjo el vuelco respecto a los estudios de opinión, pero debido al ‘imprevisto' de la masacre criminal del 11-M. Aún así, por si acaso, Zapatero alienta la crispación y las dos españas: permite manifestaciones nazis y comunistas en pleno centro de Madrid, a siete días de las cita con las urnas, incluida una concentración pro-etarra, al grito de "Sin autodeterminación, no hay democracia". Zapatero vuelve al guerracivilismo y amenaza a la Iglesia: "Si gano las elecciones, les pondré los puntos sobre las íes a los obispos".

El diario ABC titulaba el domingo: El PP vuelve a crecer en voto casi empata con el PSOE a 7 días del 9-M. El "casi empate" está presente en la prensa pro-Partido Popular, que confunde sus deseos con la realidad. La verdad es que los periódicos preocupan poco a Zapatero, sabedor de que la sociedad se cambia en la prensa y en Internet –mediante el lenguaje escrito, dedicado a la sociedad que lee-, pero las elecciones se ganan en la televisión, el terreno de la sociedad que solamente ve. Y los canales de TV están controlados por el PSOE casi en su totalidad. De los grandes canales, todos salvo A-3 TV, y ésta con no mucho entusiasmo, son filosocialistas, y ninguno de ellos se molesta en ocultarlo.

Y así, mientras el ABC, a pesar de dar al PSOE dos puntos de ventaja sobre el PP en intención de voto (42 frente al 40%), habla de empate. La Razón le otorga al PSOE un 42,3% de los votos –frente al 38,5 del PP) y el sondeo de El País aún alarga más diferencia, hasta los 4,1 puntos: 42,9 frente al 38,8. En ninguno de esos resultados, extrapolados a escaños, el PP adelantaría al PSOE en número de escaños (www.la-moncloa.es/ServiciosdePrensa/BoletinPrensaNacional/_2008/boln20080302.htm).

En definitiva, la prensa pro-PP está confundiendo sus deseos con la realidad. Cuando toda las encuestas apuntan en la misma dirección es difícil negar la conclusión evidente de que lo más posible es que tengamos ZP para otros cuatro años, un panorama a muchos españoles les pone los pelos de punta, porque probablemente ningún presidente del Gobierno, en toda la democracia, haya levantado tantas ampollas entre la sociedad que lee, y tanta desconfianza sobre su incapacidad y su querencia a crear problemas inexistentes, como el actual. Rechazo visceral compatible con un alto índice de popularidad.

Sólo en 2004 se produjo el vuelco: 22 encuestas daban vencedor la PP y, ni una sola al PSOE, y al final ganó el PSOE. Ahora bien, entonces ocurrió la masacre criminal del 11-M, un caso único, afortunadamente, en la historia, convenientemente utilizado por el PSOE en su propio beneficio.

Pero, a pesar de los sondeos, el PSOE no se fía, sabedor de que llegó a La Moncloa, por accidente, es decir, gracias a un atentado terrorista. Ya hemos dicho que Rodríguez Zapatero es un personaje tan aferrado al sillón monclovita que hará cualquier cosa –cualquier cosa- con tal de no levantarse del mismo. Por el momento, en la recta final de campaña está creando una crispación que bate todas las marcas. ZP aprovechaba el domingo para, desde La Vanguardia, amenazar a la Iglesia: "Si gano las elecciones, les pondré los puntos sobre las íes a los obispos". No sólo eso: en plena recta final, autoriza manifestaciones neonazis, convertidas en batallas urbanas entre ultraderechistas y ultra-izquierdistas, entre nazis y comunistas. Incluso –sábado noche,- permitió una manifestación pro-etarra, bajo el eslogan: "Sin autodeterminación no hay democracia". Eso, en pleno centro de Madrid. Al parecer, el hombre del diálogo y el talante le encanta la crispación propia de la dos españas de Antonio Machado, esto es, el guerracivilismo. Pero la culpa, seguramente será de la derecha.