La compra supera los 240.000 euros y recuerda la compra de endesas por Pizarro días antes de la OPA de Gas Natural. La CNMV entonces no intervino. Galán se la juega en la operación. Iberdrola maneja un plan B: la fusión con Gas Natural

Todos pendientes del día D. Este viernes el consejo de ministros tendrá que emitir un dictamen sobre la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Y en estas, el consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, comunica a la CNMV la compra el pasado 31 de enero de 10.335 títulos de la eléctrica vasca, alcanzando las 164.291 acciones frente a las 153.936 reportadas el 12 de abril de 2004. La compra se ha formalizado a través de la sociedad Nampalancar Consultores SL, propiedad al 100% del consejero delegado de Iberdrola.

Se trata de una operación discreta, pero significativa. La compra supone para Galán un desembolso superior a los 240.000 euros. No está mal. Pero lo mejor,  a cierre de esta edición ya había ganado dinero. Compró en el entorno de los 23,35 euros la acción y las iberdrolas cotizan actualmente en los 23,75. Total: Galán acumula una plusvalía adicional de 4.000 euros en dos días.

Pero esto no es lo significativo. Lo importante es que la confianza que Galán evidencia o quiere evidenciar en que la operación saldrá bien. O dicho de otra manera: Galán probablemente quiere comunicar al mercado su confianza en que el gobierno permitirá la venta de activos tras la OPA. El problema es que GN probablemente necesite elevar su oferta, como ha reconocido en privado a Hispanidad. Por tanto, si necesita pagar 3.000 millones de euros adicionales, tendrá que obtener mayores fondos de una eventual subasta de acciones, que es exactamente por lo que pían en estos mismos momentos al gobierno.

De resolverse una subasta, se abriría la puerta a nuevos operadores, eso sí a precios superiores al prepacto alcanzado con Iberdrola. La misma eléctrica ENEL ya ha levantado la mano para señalar que está dispuesta a zamparse los despojos.

Galán se juega mucho. Porque tendría asegurada la presidencia y por tanto el relevo de Oriol- en caso de que la operación finalizara en éxito. Si el gobierno mantienen el prepacto con Iberdrola, engordaría no sólo a GN, sino también a la eléctrica vasca. Pero si el gobierno opta por la subasta, la operación de Iberdrola se pincharía y Galán vería frustradas sus expectativas presidenciales.

Existiría una alternativa intermedia, un plan B, y es que las condiciones del gobierno sean tan exigentes que GN opte por desistir y resucite el viejo proyecto de fusionarse con Iberdrola. En tal caso, el actual consejero delegado de Iberdrola tendría una salida digna, pero nada más.

Por último, la compra de Galán recuerda las adquisiciones de endesas realizadas sospechosamente por Pizarro días antes de que GN lanzará la OPA sobre la eléctrica. La diferencia es que Pizarro podía no saber nada de la operación. Entonces, la CNMV optó por dejar hacer, dejar pasar. Y es de suponer que el órgano regulador actúe con el mismo criterio. Pero en todo caso, resulta cuando menos curioso que el consejero delegado de Iberdrola realice compras de su compañía a tres días del dictamen del Gobierno.