• Se filtró a distintos medios informativos que Ana Patricia Botín accedería a la Presidencia... incluso antes de conocerse la hora de convocatoria del Consejo de Administración.
  • Si lo dice la Red es cierto y no se hable más.
  • De esta forma, se neutralizó la oposición del Ceo, Javier Marín, preocupado por las relaciones con los fondos accionistas.
  • Un paso atrás, tras hacerse pública la sucesión, habría significado un escándalo que el banco no puede permitirse.
  • Ahora viene el problema: ¿con qué equipo gobernará Ana Patricia
  • No cuenta con muchas simpatías entre los directivos del Santander. Tampoco en el Consejo de Administración. Su mayor enemigo es su carácter.

Como adelantara Hispanidad, hubo reticencias, y fuertes, al protocolo secreto de Emilio Botín para que su hija Ana Patricia (en la imagen) le sustituyera si le sucedía un imprevisto. Y le ha sucedido por sorpresa, aunque es cierto que fue tratado, tres años atrás, por una insuficiencia cardio-respiratoria que, hasta el momento, se había mantenido en secreto (nada que ver con su dolencia de próstata).

Fíjense si ha costado seguir las directrices marcadas por D. Emilio que hasta las tres de la tarde no había consenso entre el Ceo, Javier Marín, y los partidarios de Ana Patricia.

Lo cierto es que Marín, el hombre que lleva la relación con los fondos accionistas, no estaba al tanto del mecanismo y abrió la caja de los truenos. Pero al final ha tenido que ceder. Otra cosa es lo que voten los institucionales en la Junta de Accionistas que tendrá que ratificar el nombramiento. Ana Patricia ha contado incluso con la ayuda del secretario general de Presidencia, Jaime Pérez Renovales, anterior secretario del Consejo del Santander.

Pero, por si acaso, a media mañana, incluso antes de que se convocara el Consejo de Administración que debía ratificar a Ana Patricia como sucesora, el banco empezó a filtrar a los medios, que la primogénita de los Botín sucedería a su padre. Si lo dice Internet, es cierto. En cualquier caso, la oposición no podía arriesgarse a dar marcha atrás: sería un escándalo de grandes proporciones que afectaría a la cotización de la entidad.

Por cierto, la pregunta siempre quedará en el aire: a primera hora de la mañana, con la apertura del mercado, ¿bajó la cotización del Santander porque no había sucesor o por la oposición a Ana Patricia como sucesora

En cualquier caso, el reto para la primogénita de los Botín viene ahora. Para entendernos, Ana Patricia no cuenta con muchas simpatías entre los directivos de Boadilla del Monte. También en el Consejo que recientemente, ante una media broma de Emilio Botín aludiendo a su retirada y cesión del cargo a su hija (al igual que hizo con él su padre) se encontró con consejeros que apostaban por su continuidad en el cargo. Claro, hay muchos consejeros que temen la llegada de la primogénita.

El peor enemigo de Ana Patricia es su carácter. Experiencia nadie le puede negar pero lo que está claro es que pergeñará un nuevo equipo... y probablemente un nuevo Consejo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com