- En su ofrenda ante el Patrón de España, el monarca ha tenido también palabras de recuerdo para las víctimas de Angrois y para los fallecidos en el accidente aéreo de Swiftair.
- También recuerda el monarca que España es "una gran comunidad social, cultural y política".
- El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, ha pedido la intercesión del Apóstol Santiago en favor de las "personas y familias que sufren las consecuencias de la crisis moral y económica" actual.
- Por su parte, Letizia acude vestida de fiesta y saluda a algún asistente conocido, en plena ceremonia.
Felipe VI ha lamentado que la crisis haya "golpeado severamente a muchísimos españoles", que viven "situaciones difíciles" a causa del paro y "la falta de oportunidades". Frente a ello, ha apostado por considerar las "dificultades" como una "oportunidad" y ha evidenciado la "plena confianza" de los monarcas "en el pueblo español".
Asimismo, también ha hablado del Camino de Santiago como "símbolo de fraternidad" y ha señalado que España es "una gran comunidad social, cultural y política". "En nuestra España constitucional, unida y diversa, caben todas las sensibilidades, caben todas las formas de sentirse español", ha sentenciado, de modo similar a como hiciera en su discurso de proclamación.
Por su parte, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, también se ha acordado de las víctimas de la crisis económica y ha pedido la intercesión del Apóstol Santiago en favor de las "personas y familias que sufren las consecuencias de la crisis moral y económica" actual y ha pedido la paz para "los pueblos que están sufriendo guerra en el mundo".
En su réplica a la ofrenda presentada al Apóstol por el Rey Felipe VI, Julián Barrio ha instado a "ser sensibles al dolor y al sufrimiento de los más vulnerables" y ha pedido la intercesión del Apóstol Santiago para que "todos los pueblos, de forma especial el pueblo gallego, mantengan una convivencia solidaria" sin "olvidar sus raíces".
En un discurso en el que ha ensalzado la figura del Apóstol Santiago "mártir temprano del Evangelio", ha pedido que los gobernantes "tengan fortaleza, generosidad y constancia en la búsqueda del bien común" y de la "renovación ética y moral de la sociedad".
La anécdota de la jornada la ha protagonizado la Reina Letizia, vestida de fiesta, como no habría ido la Reina Sofía; y saltándose el protocolo litúrgico para saludar a los asistentes. Debería haberse contenido, pues la eucaristía requiere otra actitud, y mucho más si se trata de la que se celebra en honor del Apóstol Santiago, patrón de España, y encima en Santiago de Compostela. A Letizia le queda mucho que aprender de su suegra.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com