Con su torpeza, ZP enciende las alarmas en el sector petrolero y en el Ministerio de Industria. No es posible la colaboración entre una empresa que vale 90.000 millones de euros y otra que se queda en 17.000: sólo la absorción. El plan de Total es que sea IPIC quien se quede con CEPSA. A corto plazo, la operación beneficiaría a Sacyr

Grosería gorda pero muy ilustrativa, con lo que uno alto cargo del Ministerio de Industria explica la situación: Por lo que respecta a los franceses, si ZP fuera mujer sería puta: nunca les dice no. Y es que todos recordamos que, con motivo de una Cumbre hispano-francesa, ZP deseoso de contentar al aliado del norte, dio el visto bueno a que la eléctrica pública francesa EDF entrara en el capital de Iberdrola... lo que acabaría en los tribunales. El mismísimo portavoz de El Elíseo recordó en público que si EDF había entrado en el capital de Iberdrola -o así lo anunciaba- era porque se le había invitado a ello.

Ahora ha sucedido algo similar. El paseo triunfal de Sarkozy y la presidenta de Francia, Carla Bruni  por estos predios, nos va a salir caro a los españoles. Sarkozy ha aprovechado para plantear la posibilidad de una mayor colaboración entre Total y Repsol, es decir la primera petrolera francesa y la española. Y todo ello aprovechando que el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, se encontraba de viaje en Argentina.

Sólo hay un problema para la colaboración: que Repsol vale 17.200 millones de euros en Bolsa mientras Total, la cuarta del mundo, supera los 90.000 millones, es decir, cinco veces más. 

El miedo del responsable Miguel Sebastián, el miembro del Gabinete más consciente de la importancia de disponer de empresas con capacidad de inversión, especialmente en tiempos de crisis. Además, Sebastián es consciente de la situación: Total quiere ser el único jugador francés en el mundo de las petroleras, donde sólo quedarán cinco grandes jugadores. Su complementariedad con Repsol es increíble; completa un verdadero rompecabezas global, sobre todo por la aportación iberoamericana de la petrolera española. Dicho de otra forma, Total siempre ha estado convencido de que su objetivo prioritario siempre ha sido, históricamente, Repsol, lo que ha originado no pocos calentones bursátiles. A lo largo de 15 años, a los franceses se les ha parado los pies por su presencia en CEPSA: no podéis tener la primera y la  segunda petrolera española.

Sólo que ahora esa excusa se terminó, tras la venta de la participación del Santander en CEPSA a IPIC, Veamos: Total posee el 48% de CEPSA por un 47% IPIC (operación aún no cerrada pero ya acordada). Ahora bien, IPIC posee el 10% de la matriz Total, lo que hace un poco ridículo su participación en matriz y filial. Todo ello se dejó ver cuando, en el transcurso de la negociación para la venta del paquete. Representantes de Total comunican a los del Santander que lo que ellos anhelan no es CEPSA sino Repsol, y que si se presenta la oportunidad, la autoridad petrolera de Abu Dhabi podría quedarse con CEPSA y ellos -empresa comunitaria y privada- apostar por Repsol. Dicho de otra forma: la excusa ya no sería tal.

¿Que un fondo árabe no gestiona empresas en Occidente y sus participaciones siempre son financieras? Eso  es cierto porque hasta ahora no se les ha permitido. Pero no olvidemos que el primer ejecutivo de CEPSA, Dominique de Riberolles -francés y muy francés, gusta recordar que a él no le nombró Total sino IPIC.

Por cierto, la operación, al menos a corto plazo, beneficia a Sacyr propietario del 20% de Repsol, porque el problema de la constructora es tan sencillo como este: no consigue vender a los que pretende -27 euros por acción-. Por la sencilla la razón de que la cotización de Repsol en la Bolsa de Madrid está en los 14,3 euros por título.

En cualquier caso, en la City madrileña se elevan plegarias a la vez que ZP se reúne con los franceses. Bueno, o con los rusos, que también pueden elevar la estatura internacional de ZP. La diplomacia española es buena, pero muy onerosa.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com