Apareció, por fin, Schmitt en público en la rueda de prensa de SEAT, en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Cierto es que el 31 de julio se dejó ver por Oporto, en la Red Bull Air Race, evento de acrobacias aéreas patrocinado parcialmente por SEAT (y, por cierto, prohibido en su última edición por falta de seguridad en Barcelona), pero en Oporto no dijo, o no le escucharon, nada sobre los rumores acerca de su continuidad en la Presidencia de SEAT.
El miércoles, en Frankfurt, sorprendió con el anuncio de un resultado operativo positivo para 2007. Bienvenidas sean las buenas noticias, pero cabe hacerse alguna pregunta antes de lanzar las campanas al vuelo. Veamos:
1. ¿Representa este mensaje una respuesta a la presión que sufre desde VW? Personas muy cercanas a su entorno confirman que desde Alemania se está aprovechando todo el revuelo causado por su enfermedad y los rumores de venta de SEAT para incrementar, aún más si cabe, la presión sobre SEAT y, en concreto, sobre Schmitt. Podría ser que el mensaje de ayer sea una petición de prórroga para no ser sustituido en breve. Tal vez haya conseguido tiempo hasta final de año, donde podría presentar una hoja de servicios "inmaculada" y ceder el testigo a otro/a presidente, con el mensaje de "misión cumplida".
2. Por otro lado, también cabe preguntarse donde está la magia de la reducción de costes. Los trabajadores que van a prejubilarse aun no han salido de la empresa (pero sí deberán contabilizarse los costes que, seguro, irán por la partida de extraordinarios a compensar/diluir con otros atípicos, como la liberación de terrenos en la zona franca o la amortización acelerada) y, sobre todo, las ventas no despegan. Y ésta es la clave. Por eso enjuagar los 92,5 millones de euros pérdidas de explotación de 2006 (que por cierto incluyen como ingreso "operativo" las subvenciones) sin vender más es, como mínimo contabilidad creativa.
3. SEAT no está en venta. Cierto es que no hay un proceso abierto de venta. Pero no es menos cierto que se han acercado empresas o grupo de empresas al accionista para presentar preofertas. Algunos ya publicados por Hispanidad. Y seguirán llegando más.4. ¿Como va el plan de inversiones? Cuando ZP se fue a hacer una foto en SEAT en marzo, Schmitt prometió 500 millones de euros de inversión anuales. Luego fueron 450 y ahora lo último publicado son 400. En cualquier caso no se conoce el horizonte concreto de inversión de SEAT más allá de los próximos dos o tres años y eso, en automoción, no es ni normal ni bueno. Ojalá que el famoso anuncio de 800.000 coches en 2018 se materialice en una presentación a analistas de Volkswagen (como las que hace de otras marcas). Mientras Volkswagen no se comprometa en un foro financiero a invertir 500 (o 400) millones de euros por año durante la próxima década, mientras VW no se comprometa a productos concretos, todo lo que se dice son sólo buenas intenciones. Como lo fue la furgoneta Inca, que prometió hace meses Tartaglione (¿Dónde está?), o como lo puede ser el Volkswagen-Tiguan disfrazado de SEAT-Tribu que nos han presentado en Francfort.
5. ¿Estará satisfecho Porsche "sólo" con un resultado operativo positivo? No hace mucho VW ha dicho al mundo financiero que su compromiso de Retorno sobre inversiones (ROI) es superior al 9%. Muy exigente. Será capaz de generar ese 9% sobre las inversiones, cuantiosas, que promete en la prensa?
En resumen, habrá que seguir a SEAT muy de cerca estos meses y, sobre todo, fiscalizar que presenta como resultado SEAT en 2007 para, sobre todo, llegar a un compromiso claro de inversiones. De momento tenemos a un presidente enfermo que pelea contra su destino y el de su empresa. Encomiable labor, pero insuficiente para un símbolo industrial español que nos ha costado mucho dinero a todos los contribuyentes (y nos seguirá costando).
Eso sí, parece vivirse una cierta resurrección del ánimo en Martorell. Por lo menos, algo se mueve, como demuestra el anuncio realizado por SEAT en la mañana del jueves. No es para tirar cohetes pero demuestra cierto pulso.