Muchos recuerdan que la especulación no es ilegal, pero pocos saben ver su inmoralidad. Más aún cuando lo que se utiliza para especular es el dinero del Banco Central Europeo, ofrecido a bajo tipo de interés para reforzar la liquidez del sistema. En otras ocasiones hemos explicado que algunos bancos accedían a estos préstamos y los invertían en activos a largo plazo con alta rentabilidad.
En un intento por vestir bonito al muñeco, los expertos en la materia llaman a esta práctica carry trade. Sin embargo, el beneficio que obtienen los bancos con este tipo de especulación sale del beneficio que no obtienen los empresarios, especialmente las PYME, que no pueden acceder al crédito. La gracia ha derivado en el cierre de empresas y en una oleada de morosidad por llegar que perjudica en primer lugar a los empresarios y, de rebote, también a los bancos.
Según un análisis de UBS, recogido por Capital Bolsa, la práctica del carry trade está tocando a su fin debido a la mayor incertidumbre en la financiación, ya que expiran los repos a un año, junto con el riesgo a una caída en los precios de los bonos a largo plazo.