El presidente del Gobierno decidió deshacerse del ministro de Trabajo con la peregrina excusa de que necesitaban su colaboración en Cataluña. La verdad es que, como dijeron los sindicatos, no es casualidad que sea precisamente el ministro de Trabajo el obligado a abandonar su cartera. La jugada era doble: ZP cambiaba el fusible tras la huelga general al tiempo que le metía el dedo en el ojo a Montilla, que colocó al muy necesario Corbacho de número 3.
Hace tiempo que el PSC y el PSOE se distanciaron, pero las próximas elecciones catalanas no contribuyen. CiU espera sacar mayoría absoluta y evitar que Montilla repita. Por eso, el presidente de la Generalitat de Cataluña se suma a los barones socialistas que con Barreda no quieren que Zapatero les ayude a la campaña. Si este jueves el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, rechazaba en Onda Cero la presencia de líderes nacionales en su campaña, el próximo miércoles el encargado de presentar a José Montilla en el Forum Europa será Felipe González.
Mariano Tomás
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