Desde Educación se había dicho que el borrador del decreto de enseñanzas concertadas no era sino un borrador. ¡Toma borrador! Ya está encima de la mesa y no hay diferencias sustanciales respecto al documento inicial. Se elevan las exigencias técnicas para los colegios concertados. El objetivo es ahogar un poco más a los colegios de los curas que desde Educación se observa ccmo el negocio educativo de los curas. Los socialistas laicistas siempre han defendido que la escuela concertada debe ser subsidiaria de la pública. Totalitarios.
Dicho y hecho. Y resulta totalmente contradictorio con la liberalización de servicios. Resulta que las restricciones que establecían que una autoescuela tenía que tener un aula de determinados metros han desaparecido. Pero a cambio, ahora se acuerda que los laboratorios de los colegios deben de tener 5 metros por cada alumno. Es sólo un ejemplo de las chorradas técnicas que pretenden ahogar a la escuela católica.
A partir de ahora una de dos. Si no cumplen -y la mayoría no cumplen- pueden cerrar el colegio o acometer las inversiones. Pero cuidado, las inversiones nunca serán cubiertas por el concierto, que lleva congelado desde hace años con mermas de poder adquisitivo del 20%. Paso a paso, se trata de expulsar a los curas de la educación. Con la excusa del orden público. Igualito que Azaña con los jesuitas.
De la Vega niega que haya contradicción con la liberalización de servicios sino todo lo contrario. No tiene ningún empacho en hacer círculos cuadrados si es necesario.