El Consejo de Iberdrola se rebela contra Galán por no informarle de la operación. Florentino ha animado el motín, pues sigue empeñado en la fusión Fenosa-Iberdrola. Los escoceses juegan sucio : filtraron la operación para subir el precio. La lógica de las cosas resucita la opción Iberdrola-Fenosa-Gas Natural
El Consejo de Administración de Iberdrola comenzó su reunión a las 12 del mediodía del viernes y desde el primer momento se presentó tumultuosa. Por ejemplo, la BBK ya había comunicado antes de la reunión su cabreo profundo por no haber sido informado de las negociaciones con la eléctrica británica Scottish Power para una posible fusión por canje de acciones. Es decir, por vez primera, BBK y ACS, o lo que es lo mismo, Xavier de Irala y Florentino Pérez, dos personajes que no siente ninguna simpatía mutua, se ponían de acuerdo en algo : no les gusta la fusión con la escocesa. Ambos, como accionistas de referencia, verían diluida su participación y su control sobre Ignacio S. Galán, a quien desde Vodafone no le gusta nada, lo que se dice nada, los socios de referencia. Coinciden dos voluntades habitualmente enfrentadas y el resultado es un motín contra Galán, el hombre que ha llevado a Iberdrola a la cumbre en rentabilidad.
La culpa de todo este pandemonium, y de que la propia fusión se desinfle, la tienen los escoceses, que han jugado sucio desde el primer momento. Ellos filtraron la operación por la sencilla razón de que aprovecharon la oferta, sin concretar, absolutamente preliminar, de Galán para poner la compañía en subasta. No es la primera vez que lo hacen, que lo mismo le hicieron a E.ON hasta que los alemanes, cansados, se marcharon. RWE, la otra gran firma germana, también lo intentó, al igual que la francesa EDF. Y no es que Scottish no esté en venta: por supuesto que lo está, como todo en Estaos Unidos y Reino Unido, que los británicos no entienden el valor de la patria pero sí el de la libra esterlina.
El viernes 10 comenzaba en la City madrileña con mucho pitorreo. Era el producto de los titulares que resumían el elogio envenenado de Florentino Pérez a Galán. Nada más corrosivo que el elogio, y así, el económico Expansión advertía que ACS apoya a Iberdrola en la puja por Scottish. Lo cierto es que Florentino no le perdona a Galán haberse enterado de lo de Scottish por Internet. Y así, mientras se hacía público el apoyo, sus hombres hacían cifras. Veamos: Scottish vale 16.300 millones de euros de capitalización, 4.000 millones de euros más que Unión Fenosa, con la que Florentino pretende casar a Iberdrola. Sin embargo, UF tiene una potencia instalada de 10.000 MW, frene a los 7.000 de SP. Es más, UF posee 8,5 millones de clientes, 3,3 millones más que la escocesa. Y no es una empresa muy rentable. Buena prueba de ello es que aunque dobla en facturación a Fenosa (12.000 frente a 6.000) el beneficio neto de UF fue de 815 millones frente a los 760 de Scottish (en 2005).
Además, ¿puede fusionarse una empresa con 10% del capital en contra? Y por último, según ACS, Galán ha aprovechado el subidón bursátil provocado por la inversión de ACS para subir en bolsa y preparar la fusión por intercambio de títulos con la compañía británica la mejor manera de diluir la participación de Florentino.
Pero le ha salido mal, porque el juego sucio de los escoceses, su filtración del ofrecimiento, ha servido para que su compañía también infle el precio, y en una sola sesión remontar un 8%. Lo mismo que le hizo a E.ON, dicho sea de paso.
Por todo ello, y mientras se tranquilizan las cosas, la lógica vuelve a imponer una fusión ente Iberdrola, Gas Natural y Fenosa. Y eso a pesar de los siguientes factores:
1. Galán no quiere que ACS se convierta en el accionista de referencia de su compañía. Bastantes jaleos tuvo con los March en Airtel-Vodafone.
2. Florentino no puede prescindir de Gas Natural porque de otra forma la oposición de la BBK y el propio Galán harán inviable la fusión Iberdrola-Fenosa.
3. Gas Natural ya no tiene opciones en Endesa y tampoco puede quedarse sola. Además, aporta el negocio gasero, que no es moco de pavo. Y la presencia de La Caixa en su accionariado equilibra la de ACS y la de la BBK. Poder vasco y poder catalán: gestión salmantina. De Ciudad Rodrigo, para ser exactos.