El tufillo político de la huelga de la enseñanza ha devaluado poco a poco las protestas de los profesores, convenientemente administradas para que se produzcan en Madrid y no en otras comunidades.
Una vez más, el Sindicato de Estudiantes (más bien una asociación cuyos dirigentes suelen eternizarse en la enseñanza) ha aprovechado la ocasión para convocar una huelga de apoyo a los profesores. El seguimiento fue más bien escaso y los estudiantes demostraron que pasan olímpicamente del llamamiento. Tendencia al fracaso.
Por su parte, los profesores pidieron en algunas clases que sus alumnos se solidarizasen y acudieran también a las concentraciones contra el gobierno autonómico.
Curioso que algunos maestros utilicen su autoridad en beneficio propio. Como en el caso de los cierres patronales, los estudiantes no tienen opción de acudir a clase porque no hay profesores, otra cosa es que se fueran a protestar ante la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol.
Rodrigo Martín
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