Decenas de ginecólogos uruguayos se niegan a practicar abortos por voluntad de la mujer al presentar recursos de objeción de conciencia, lo que supone un obstáculo para aplicar la ley vigente que permite el aborto hasta la semana doce del embarazo.
En el departamento de Salto (noroeste), el cuarto más poblado del país, todos los especialistas apelaron a ese recurso jurídico mientras en otras regiones los objetores superan el 90 por ciento.
El viceministro de Sanidad está presionando a los ginecólogos para que realicen las operaciones.
Ahora, el Ministerio de Salud Pública (MSP) trata de convencerlos y analiza exigir una justificación real de la objeción al percibir que algunos abusan de esa alternativa sin tener razones religiosas o filosóficas.
"Es muy llamativo que en un mismo lugar todos los ginecólogos exhiban ese reparo cuando es un tema tan individual", opinó el presidente de la Federación Médica del Interior (FEMI), Edgardo Mier.
"Muchas veces hay objeción de conciencia real y muchas otras veces no. Tiene que ver con otros aspectos", interpretó días atrás. Puso el ejemplo de profesionales que discrepan con la reglamentación, pero recordó que "eso no tiene nada que ver con la objeción de conciencia" porque ésta no puede plantearse por "cuestiones instrumentales" sino por aspectos "religiosos y filosóficos".
Hasta el momento el MSP no ha facilitado cifras de abortos realizados o de las derivaciones de Salto hacia otros departamentos.
Desde FEMI, Mier dijo que en Salto hubo derivaciones hacia instituciones médicas de otros departamentos para cumplir con la ley pero "no hubo ningún alud de consultas, como se pronosticaba".
Valentín Abelenda Carrillo