El PSOE del Senado, leía el pasado día 14, anunció que secundará la huelga general.
Su portavoz, Marcelino Iglesias, reclamó incluso que la Cámara no tenga actividad. No deja de sorprender que el llamamiento a la huelga se haga desde una Cámara cuestionada, no ya se cuestiona su trabajo sino su existencia. Y es que si para lo que ha de servir es para acoger a piqueteros no importa que desaparezca. También que quienes defendieron el mayor recorte social de la historia de la democracia se conviertan en piqueteros causa sonrojo.
Antes de sumirse en el descrédito, Iglesias debió atender al menos a opiniones más sensatas en su partido, como la de la ex ministra Trinidad Jiménez, que no parará el 29-M y "trabajará por los intereses de los ciudadanos". Queda claro que los senadores socialistas lo harán en su contra.
José Morales Martín