Presenta los mismos efectos secundarios y riesgos físicos. Tampoco es diferente la valoración moral que merece su uso, indica Justo Aznar, director de Investigación del Instituto valenciano de Ciencias de la Vida.
Antes las mujeres tenían, por término medio, 150-160 menstruaciones a los largo de su vida. Ahora, por la aparición más temprana de la regla en los países industrializados, menor número de embarazos y de periodos de lactancia, pueden tener entre 400 y 450. Suprimir las molestias menstruales puede ser de especial interés en las mujeres con la regla muy dolorosa.
Pero tomar habitualmente anticonceptivos orales aumenta el riesgo de problemas tromboembólicos. La incidencia es notablemente mayor en las que tienen más de 35 años o son fumadoras y en las portadoras de alguna predisposición congénita.
Tomar anticonceptivos para suprimir la regla no es una decisión que pueda tomarse a la ligera. Hacen falta estudios sobre sus efectos a largo plazo. Es la postura oficial de la Sociedad para la Investigación del Ciclo Menstrual, una organización científica norteamericana. Algunas mujeres la rechazan porque no les permite detectar si están embarazadas. Otras ven en la supresión de la regla una manipulación excesiva de los procesos fisiológicos que puede afectar al organismo entero, al alterar gravemente el equilibrio hormonal. Pues las mismas hormonas que actúan en el ciclo menstrual intervienen en el cerebro y otros órganos, como recuerda Christine Hitchcock, investigadora de la Universidad de Columbia Británica.
A la ciencia le ha salido un aliado en el séptimo arte. Giovanna Chesler, profesora de cine documental en la Universidad de California, asegura que es peligroso y antifemenino eliminar un fenómeno normal característico de la mujer. En su documental Period: The End of Menstruation? afirma que "ser mujer no es una enfermedad. No hay razón para que una controle sus periodos durante treinta o cuarenta años".
Clemente Ferrer Roselló
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