Sr. Director:
El caso más evidente es el de Estados Unidos. Así pues, su campaña es, por un lado, un fraude, pues esconde información vital que debe ser dada a conocer a aquellos a los que va destinada y, por otro lado, equivocada, tal como se ha demostrado en otros países que van años por delante de nosotros, realizando campañas de prevención del SIDA que son meras campañas de publicidad al servicio de las empresas internacionales de producción de preservativos. Frente a su campaña existen alternativas, como se pone de manifiesto en el modelo de Uganda, que propone, primero, la abstinencia, después la monogamia y las relaciones estables y, en último lugar, el uso del preservativo.
Ignacio García
siacom@hotmail.com