El presidente de Siemens España, Eduardo Montes, calificaba, en la mañana del martes 14, de muy preocupante la baja competitividad española. Según el ejecutivo, estamos por debajo de Estonia, al mismo nivel que Lituania y ligeramente por encima de Polonia. Por cierto, Estonia tiene un impuesto de sociedades del 10%, señala Montes durante su intervención en un desayuno organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos. ¿Existe vinculación entre fiscalidad baja y competitividad? No. Alemania es un buen ejemplo. Aunque Irlanda ha demostrado que el milagro económico es posible también por la vía fiscal.
En cualquier caso, el comentario de Montes pone encima de la mesa la necesidad de afrontar la asignatura de la competitividad. Para el presidente de Siemens no se trata de un problema de mandos directivos. En su opinión, los ejecutivos españoles son igual de competitivos que los europeos, pero no terminamos de creérnoslo. Tampoco se trata de incrementar el gasto en I D. El gasto siempre es malo, a mi siempre me enseñaron que hay que recortarlo al máximo, afirma.
¿Entonces? Se trata, según Eduardo Montes, no de gastar, sino de invertir. Y en su opinión, la investigación ya existe en internet con coste cero. El reto es gestionar el conocimiento y gestionarlo en tiempo real. Porque las antiguas planificaciones estratégicas ya no sirven. Si Microsoft hubiera hecho hace 10 años una de esas planificaciones que permiten adelantarse al futuro, hoy sería un seguidor magnífico de IBM, explica el presidente de Siemens España. El reto hoy es gestionar en tiempo real, cuando el futuro es imprevisible, los ciclos de vida de los productos se han acortado hasta en tres meses, en el caso de los teléfonos móviles. Y todo eso con una inversión de I D del 15%, y un precio fijado por el mercado y los beneficios por los accionistas. En este entorno, precio no es igual a coste más beneficio, sino que coste es igual a precio menos beneficio. Las empresas industriales tenemos que acostumbrarnos a vivir con marginalidades y a ganar dinero con los servicios que prestamos, señaló.
En este ambiente de cambios, Montes se mostró esperanzado porque, en su opinión, el tiempo actual es el tiempo de la persona: Regresamos al renacimiento, pero esta vez para todos. La comunicación es todo lo profunda que queramos, de todos y para todos, con un potencial de 6.000 millones de personas. Y cuando llamamos a alguien, llamamos a alguien, no a la oficina de alguien o a la casa de alguien.
En su opinión, las personas son el activo más fijo de las empresas. Es más fácil vender un terreno que adelgazar una plantilla, afirma. Por eso, propone gestionar las capacidades de las personas sin importar el lenguaje, los organigramas, la residencia o el lugar de trabaj Vivimos una época en la que las personas están por encima de las instituciones. Y estas personas deberán asumir un rol de liderazgo : pocas ideas, pero claras, generación de marcos donde la automotivación sea posible y coherencia en la actuación. Después habrá que ponerlo bonito para que el Consejo de Administración esté contento, sentencia Montes.
La innovación, pues, no debe ser sólo tecnología, sino factibilidad económica y tecnológica y existencia de mercad Se trata de convertir la investigación en una innovación que tenga traducción en términos de puntos de PIB. Además, Montes mantiene que la sostenibilidad económica tiene tres patas: económico financiera, medioambiental y responsabilidad social corporativa. Nosotros en Siemens hacemos tres memorias anuales y las tres igual de rigurosas, explica. No se trata según Montes- de altruismo, sino de mera voluntad de permanencia de una ventaja competitiva, ya que el mercado, como es lógico, premia la sostenibilidad.
En cuanto a la deslocalización, Montes considera que España debe hacer un gran esfuerzo en liderar el proceso antes de que el proceso nos controle a nosotros. En su opinión, la deslocalización francesa y alemana de los años 60 de la industria automotriz hacia España fue muy positiva para ambos. Nosotros nos beneficiamos de una transferencia tecnológica y de la inversión y empleo, y ellos de una mejor de su competitividad. En opinión de Montes, España debería hacer lo mismo en aquellos países donde observara posibilidad de desarrollo de mercado.
Por último, el presidente de Siemens identificó tres áreas de crecimiento empresarial para los próximos años: telecomunicaciones (banda ancha en general) para hacer de manera más fácil lo que ya hacemos, transporte (especialmente el ferroviario, no exclusivamente la alta velocidad) y energía (especialmente en distribución más que en generación). En 5 ó 6 años no habrá déficit de generación y sí habrá problemas de distribución, concluye el máximo ejecutivo de Siemens España.