- Un juzgado madrileño admite a trámite la querella presentada por una secretaria, Ana Luque, ahora fallecida, contra el secretario del Consejo, director jurídico y... máximo responsable del comportamiento ético de la compañía.
- Ortega, es además, el hombre de confianza de la presidenta, Rosa María García.
- La central de Siemens envió un equipo investigador para analizar el caso, pero García no se lo entregó a la interesada.
- El responsable del sindicato mayoritario en Siemens, Carlos Pérez, ratifica las acusaciones de Ana Luque.
Un juzgado madrileño ha admitido a trámite la querella por acoso moral en el trabajo, presentada por la familia de Ana Loreto Luque Nagel, contra el secretario del Consejo de la compañía, Fernando Ortega López de Santamaría, 'mano derecha' de la presidenta de Siemens España, Rosa María García. En esa admisión han pesado los informes médicos presentados, que hablan de cuadros de ansiedad y depresión por estrés.
El escrito acusador no habla de que la causa de la muerte de Ana Luque (mes de julio) se debiera a esa depresión, presuntamente provocada por el trato vejatorio de Ortega, pero sí trata de establecer, con los correspondientes certificados médicos, una relación entre el estado de estrés y la muerte de Ana Luque, a los 52 años de edad, por septicemia: "Desde el día 27 de mayo, que Doña Ana Luque Nagel acude al médico, hasta el día 5 de junio, día en que falleció, solo median 9 días y, si además, consideramos que estuvo ingresada 4 días en el Hospital Universitario de la Paz de Madrid, podemos afirmar que en tal solo 5 días, el estado físico de la Sra. Luque empeoró de tal forma y gravedad que un centro médico de referencia no pudo hacer nada para salvarle la vida".
Además, la querella concreta el tratamiento que Ortega proporcionaba a Ana Luque, tratamiento corroborado Carlos Pérez, representante del sindicato mayoritario en Siemens, ATIS. Desde sarcasmos sobre su obesidad, vigilancia del tiempo empleado en ir al baño, etc.
Para ser exactos, Carlos Pérez estuvo en la comisión de investigación que Siemens envió a Madrid, formada por tres directivos de la multinacional de distintos países. Pérez dijo conocer perfectamente la situación de su compañera de sindicato Ana Luque, y advirtió que había informado de ello al Departamento de Recursos Humanos, que dirige Eugenio Soria.
El informe final de la investigación fue remitido a la presidenta de Siemens España, Rosa María García, quien se negó a entregarlo al sindicato ATIS y al abogado de la querellante.
Se da la circunstancia de que Fernando Ortega y Eugenio Soria son los dos hombres de máxima confianza de la presidenta García. Y para mayor abundamiento, resulta que el querellado Ortega no es sólo el secretario del Consejo de Administración de Siemens España sino el máximo responsable jurídico de la compañía y, por último, lo más llamativo, responsable del comportamiento ético y de reputación corporativa de Siemens España.
Esto es precisamente lo que más teme Rosa María García. Para entendernos, Siemens es la multinacional de bienes de equipo a la que, tanto la administración como las multinacionales españolas, dispensan un mejor trato comercial. Sin embargo, los alemanes han ido reduciendo su producción en España, aunque hacen todo lo posible por mantener su cuota.
Además, tratan de superar una etapa histórica en la que Siemens era sinónimo de sobornos (recordemos las sentencias en España por el caso Filesa, bajo Felipe González) y ha empleado mucho esfuerzo, durante años, a lavar su mala imagen corporativa y su deficiente reputación corporativa. Si en estos momentos su 'número dos' fuera condenado por acoso moral, el golpe de imagen resultaría demoledor.
Hispanidad se ha puesto en contacto con Fernando Ortega, pero este directivo se ha negado a dar su valoración de los hechos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com