Pocos datos pueden contarse del argumento de este drama, protagonizado por Will Smith, sin desvelar su trama. Simplemente constatar que plantea el caso de un hombre que pretende redimirse de una forma bastante dramática.
Aparentemente nada tienen en común siete nombres, que corresponden a siete extraños, y que son los destinatarios de un regalo que nunca imaginaron y que va a ser llevado a cabo por un individuo llamado Ben Thomas.
El actor Will Smith se embarca de nuevo en un proyecto con el director Gabrile Muccino responsable de la agradable En busca de la felicidad. Como en su primera colaboración ambas historias tienen buenas intenciones y tesis sencillas pero su desarrollo varía mucho. Mientras En Busca de la felicidad, era un relato creíble en el que Smith encarnaba a un padre de familia sin techo que gracias a su coraje lograba reconducir de nuevo su vida, en Siete almas, la trama es tan simple y al mismo tiempo tan descabellada, que, para hacerla algo más interesante, se recurre al suspense a través de una narración no lineal. De tal forma que los primeros 30 minutos de la película (narrada con un montaje confuso) entenderán poco o nada de lo que sucede en pantalla, mientras, eso sí, contemplan a un Will Smith desesperado y en ocasiones algo histriónico. El posterior desarrollo les llevará a decir: Vaya, si era sólo eso
Más datos. El título original de la película Seven Pounds (siete deudas) da otra pista significativa sobre el argumento de esta película sentimental: está inspirada en El Mercader de Venecia, de William Shakespeare
Para: Los admiradores de Will Smith que van al cine a ver todo lo que hace, incluso melodramas fallidos