Para una argumentación tan liviana como la que ha hecho Tribunal Constitucional ha estado siete años de deliberaciones, personalmente se antojan excesivos.
Me ha parecido entender que el fallo del Tribunal Constitucional favorable al matrimonio homosexual, atribuye al legislador la potestad de regular las formas y denominaciones de las uniones matrimoniales, sin que en ello deba intervenir el propio tribunal.
Y lo que es peor, abre la puerta a nuevos tipos y formas de matrimonio que no tardarán en reivindicar su legalización.
Enric Barrull Casals