Sr. Director:
Recientemente he pasado por algunos bancos de Barcelona para comparar las condiciones de sus hipotecas y me he encontrado con la desagradable sorpresa de que me ha sido imposible obtener información y folletos en castellano porque en todos los casos estaban tan sólo en catalán.
Y me refiero a bancos de primera fila con sede central en Madrid. No sé si los motivos hay que buscarlos en la política de sanciones contra el castellano o en el papanatismo lingüístico de algunas entidades bancarias del resto de España que, cuando se instalan en Cataluña, para hacer notar que "ya son de aquí", lo primero que hacen es eliminar el español de sus oficinas.Me permito recordar que, según las encuestas, la lengua que hablamos la gran mayoría de ciudadanos de Barcelona es el castellano y no parece la mejor política comercial de una empresa despreciar la lengua que entienden y hablan la mayoría de sus potenciales clientes.
Carmen B. Fernández
sec_bcn@hotmail.com