El debate sobre el futuro de las pensiones y la necesidad de prolongar la edad laboral, se basa en la dramática inversión de la pirámide de edad fruto del dramático descenso de la natalidad que afecta a todos los países desarrollados.
Lo decía el destacado economista italiano Gotti Tesdeschi al observar cómo en lugar de estimular a las familias a tener hijos, se está haciendo justo lo contrario. En este contexto se enmarcan las leyes que estimulan el aborto y desprotegen a las familias, como sucede en nuestro país. No obstante, parece que la movilización de la sociedad civil contra estas leyes basadas en los postulados ideológicos de la ideología de género, empieza a dar su fruto.
El pasado año fue la Comunidad Valenciana la que adoptó una ley de protección de la maternidad y en las últimas semanas fue Canarias, con el significativo rechazo del Partido Socialista, la que adoptó otra ley que reconoce el derecho de la mujer a ser ayudada para continuar con su embarazo en caso de dificultades. Por algo se empieza. Lo que no deja de ser extraño es la animadversión que manifiesta el partido socialista hacia la maternidad.
Jesús Martínez Madrid