Ahora que el Gobierno catalán ha aprobado la Ley del Cine para "corregir el desequilibrio entre las dos lenguas oficiales", espero que aplique la misma regla a todas las artes escénicas donde el desequilibrio lingüístico es completamente al revés que en el cine.
Por ejemplo, en Cataluña es casi imposible ver teatro en castellano porque la mayoría de obras reciben subvenciones y sólo se dan en catalán. Si se garantiza el derecho de los catalanohablantes a ver cine en su lengua, ¿por qué no se nos garantiza también a los castellanohablantes el derecho a ver teatro en la nuestra?
¿Para cuándo una Ley del Teatro que corrija el absoluto desequilibrio en los escenarios en perjuicio del castellano, señor Montilla, o esta ya no le interesa a usted y a sus socios independentistas?
María Arroyo