Tras los terribles acontecimientos ocurridos en el Torneo de los Vencedores, Katniss Everdeen ha sobrevivido y se encuentra a salvo en el Distrito 13, donde el ejército rebelde contra el Capitolio cuenta con una organizada estructura que necesita el imprescindible apoyo de la gente de todos los distritos. Precisamente, para unir todas las fuerzas, la presidenta de los rebeldes, la cerebral Alma Coin, propondrá a Katniss que se convierta en el símbolo de la revolución: en el Sinsajo. La heroína sólo aceptará cuando le prometen que Peeta, y el resto de los tributos que han sido capturados por el Capitolio, serán perdonados tras ser liberados…
Sinsajo (Parte I), la tercera entrega de la famosa saga Los Juegos del Hambre, se enfrenta al reto de que, en esta ocasión, en su desarrollo no hay ceremonia de los Juegos del Hambre lo que desemboca en que es menos trepidante en imágenes que las dos anteriores películas. A cambio ofrece una potente guerra propagandística televisiva desde ambos bandos: el Capitolio, que intenta disuadir a los ciudadanos de los distritos de tomar las armas, y los rebeldes, que tienen claro que la única forma de liberarse de la opresión es la guerra.
Al haber menos acción hay más introspección o, lo que es lo mismo, se presta más atención a la personalidad de la protagonista, Katniss, quien no sólo se demuestra tan valiente y caritativa como en las dos anteriores entregas, sino más vulnerable ante sus sentimientos
Pero, sin duda, otro de los grandes atractivos de la esta película (a caballo entre el género de aventuras y la ciencia ficción) es contemplar la última actuación (antes de su muerte) del actor Philip Seymour Hoffman, quien en esa película es Plutarch Heavensbee, un importante asesor de la Presidenta de los rebeldes que lo mismo redacta sus discursos como decide la estrategia a seguir en cuestión de imagen de Katniss. A este respecto forma, en pantalla, un excelente tándem con Julianne Moore, que encarna a la fría presidenta Coin.
Sinsajo (Parte I) sigue siendo una apuesta muy interesante para un público joven.
Para: Los que vieron las dos entregas anteriores y todos aquellos que quieran conocer qué leen y qué ven los adolescentes