- Occidente (EEUU y Reino Unido) insta a apoyar a la oposición siria.
- Pero la oposición siria está dominada por el fundamentalismo islámico.
- A su vez, el régimen sirio de Bashar al Assad es apoyado por el movimiento integrista libanés de tendencia chiíta, Hezbollah.
- La violencia se extiende a Trípoli (Líbano), entre suníes y chiíes (partidarios estos últimos de Al Assad).
- E Israel amenaza con atacar Siria si cae Al Assad para que Hezbolá no capture armas.
La idea es preparar una conferencia en Ginebra para que negocien representantes del régimen sirio y de la oposición, pues la guerra en Siria ha provocado ya más de 94.000 muertos en dos años.
Los países occidentales parecen empeñados en apoyar a la oposición siria. Lo cual es muy loable, porque el régimen sirio está dominado por un tirano como Bashar al Assad. El problema es que la oposición está, a su vez, cada vez más dominada por el fundamentalismo islámico y si cae Bashar al Assad, ya sabemos qué otra tiranía se va a implantar en el país.
Por lo pronto, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry (en la imagen), urgió a Al Assad a "comprometerse a buscar la paz en su país". "Si el régimen de Al Asad es reticente a negociar Ginebra 1 (los acuerdos alcanzados en la ciudad suiza en junio pasado) de buena fe, nosotros hablaremos también de nuestro apoyo creciente a la oposición para permitirle continuar su lucha por la libertad", aseguró. Luego el ministro británico de Exteriores, William Hague, también subrayó la necesidad de formar un Gobierno transitorio y su intención de aumentar el respaldo a la oposición si el régimen sirio no negocia en Ginebra.
Pero la cosa se complica cuando resulta que el régimen sirio es apoyado por el movimiento integrista libanés de tendencia chiíta, Hezbollah. Según Hague, "es muy claro que el régimen sirio está recibiendo una gran cantidad de apoyo, cada vez más apoyo en los últimos meses desde afuera de Siria, de Hezbollah (…) este es un régimen cada vez más dependiente del apoyo externo".
Es más, recientemente, Hezbollah -considerado grupo terrorista tanto por EEUU como por varios de los países miembros de la UE- emitió un comunicado apoyando totalmente al régimen sirio: "Siria, junto a la resistencia del Ejército y la conciencia de su pueblo, conseguirá resistir ante toda injerencia extranjera y logrará victorias considerables para su historia".
Y claro, como por ahí está Hezbollah, el conflicto sirio está empezando a afectar también al Líbano. Según el coordinador especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Robert Serry, la guerra en Siria está ejerciendo una fuerte presión en la economía, la política y la seguridad del Líbano.
Porque ya ha habido enfrentamientos y violencia en la ciudad libanesa de Trípoli (recordemos que hay otra Trípoli en Libia) entre partidarios y detractores de Al Assad, que han causado desde el domingo doce muertos y 130 heridos. Los enfrentamientos comenzaron entre los vecinos de los barrios de Bab el Tebaneh, de mayoría suní, y de Yabal Mohsen, de predominio chiíta, pero se extendieron a otras áreas de Trípoli.
Pero a todo ello se une un ingrediente más. Y es que Israel amenazó con atacar Siria si cae el presidente Bashar al Assad, para así evitar que armamento avanzado, en particular armas químicas, caiga en manos de yihadistas o de milicianos chiís libaneses de Hezbolá. Así lo anunció el comandante de la Fuerza Aérea israelí, general Amir Eshel. «Si Siria cae mañana, necesitaremos emprender acciones para evitar un saqueo estratégico de armamento avanzado», declaró Eshel.
La clave de todo parece estar en este artículo de ABC: "La hostilidad entre los musulmanes suníes (80 por ciento del mundo del islam) y los chiíes (poco más del 10 por ciento), cristalizada en guerras periódicas desde la muerte misma de Mahoma en el 632, obedece a prejuicios históricos y a diferencias políticas y doctrinales. A nadie extraña desde los atentados del 11-S que la red Al Qaeda -suní radical- planee atentados terroristas contra objetivos occidentales; pero pocos se preguntan por qué sus yihadistas matan a diario a civiles en Irak. O por qué se emplean con tanta crueldad los paramilitares alauíes (chiíes) contra la población civil rebelde suní de Siria".
Es decir, la violencia entre chiíes y suníes en Siria es la responsable de la entrada en la guerra de Siria también de Hezbolá (milicia chií libanesa); y de Israel, enemigo, a su vez, de los chiíes de Hezbolá.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com