El pasado 7 de abril les contábamos que la multinacional Smithfield estudiaba aumentar su participación desde el 37% hasta el 87%. La operación consistiría en una OPA de exclusión junto al presidente de la compañía Pedro Ballvé, que se quedaría con el resto tras comprar el 50% de Carbal (familia Ballvé). El precio fijado para las acciones era de 9,5 euros más un dividendo de 0,10 euros.
Sin embargo, este viernes la alimentaria estadounidense anunciaba su marcha atrás definitiva, con el consiguiente desplome de la acción de Campofrío (-15%). Smithfield argumenta que se ha producido un deterioro de las condiciones económicas en Europa, aunque lo cierto es que en los últimos dos meses el Viejo Continente no ha variado demasiado desde el punto de vista de los mercados. Por otra parte, Smithfield señala que el anuncio de la compra no ha sido bien recibido por sus accionistas, un razonamiento más verosímil si tenemos en cuenta que el valor de sus participaciones ha caído un 17%.
Desde Invertia apuntan la posibilidad de que la CNMV estudie cualquier intento de manipulación de los precios, ya que las acciones de Campofrío subieron un euro tras anunciarse la OPA.
Rodrigo Martín
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