- El primer grupo hotelero español por número de habitaciones cerró 2012 con una deuda neta de 1.003 millones de euros.
- Preocupan los vencimientos de este año (377 millones de euros) y los de 2014 (447 millones).
- Durante este ejercicio y el que viene, esperan ingresar más de 100 millones de euros gracias a la venta de activos.
- Y recientemente ha realizado una emisión de 200 millones en bonos convertibles a cinco años que podría aliviar su necesidad de liquidez.
Desde 2009, Sol Meliá se ha empeñado en mejorar la liquidez y reducir su apalancamiento. Dentro de esta estrategia se enmarcan las diversas emisiones de convertibles y preferentes (unos 434 millones de euros en total), y la venta de hoteles, que le ha generado unos ingresos de unos 600 millones de euros hasta 2012.
A pesar de estas medidas, el grupo presidido por Gabriel Escarrer (en la imagen) no ha logrado reducir su deuda neta, que ha pasado de 860 millones de euros en 2009, a 1.003 millones en 2012. Los ratios de deuda neta entre EBITDA, que sí han disminuido desde 2009, continúan, sin embargo, en tasas demasiado elevadas. Hablamos de cinco veces el EBITDA de 2012, excluyendo las plusvalías.
Lo que más preocupa en el seno del primer grupo hotelero español por número de habitaciones son los vencimientos de deuda que tiene que afrontar en 2013 y 2014. Hasta diciembre, Sol Meliá tendrá que hacer frente a 377 millones de euros, es decir, al 23% de su deuda bruta, mientras que en 2014 hará lo propio con 447 millones de euros, el 27% de su deuda bruta.
Pero no todo son noticias preocupantes. Recientemente, la compañía realizó una emisión de 200 millones de euros en bonos convertibles a cinco años. Operación que le ha proporcionado cierta tranquilidad de cara a los vencimientos de este ejercicio. Además, durante los dos próximos años, pretende vender activos por valor de más de 100 millones de euros que, sin duda, mejorarán su liquidez.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com