A finales de 2004, Cuba tenía registradas 364 entidades vinculadas a la inversión extranjera procedentes de 60 países. En todos los casos, se violan sistemáticamente los acuerdos firmados por el gobierno cubano con la OIT. No existe el derecho de huelga. El único sindicato reconocido es la Central de Trabajadores de Cuba, cuyos órganos directivos son controlados por el Gobierno y dirigidos por el Partido Comunista. Los trabajadores que presten sus servicios en una empresa extranjera serán obligatoriamente contratados a través de una agencia de colocación cercana a personas del Gobierno, que les retiene más del 95% de su salario. Y por si fuera poco, según la resolución 10-2005 del Ministerio de Turismo, el trabajador debe adquirir la información requerida sobre las personas interesadas en realizar negocios o colaboración en Cuba. En resumen, que no hay mucho que celebrar.
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La mallorquina Sol Meliá celebrará el XV aniversario de su desembarco en Cuba con ocasión de la Feria Internacional del Turismo que se celebrará próximamente en La Habana. El Grupo de Responsabilidad Social Corporativa en Cuba (GRSCC) critica que estas inversiones se hagan sin el debido respeto a la cultura laboral propia de los países de origen.
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