La operación ha resultado fallida, pero en el mercado se interpreta que Zapatero ha apoyado el ataque mexicano contra "el banco del Opus"

Nueva teoría gubernamental sobre regulación financiera. Ojo al dato: la CNMV no es un "investigador patrimonial". Solbes asegura que los chicos de Julio Segura lo han hecho muy bien en el caso Blueprime, en vísperas de la expulsión de Julio Segura y tras haberle quitado a la CNMV los galones de supervisor   

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, cesa en octubre y, además, Solbes le ha quitado los galones de supervisor a la CNMV en beneficio del Banco de España.  Por tanto, no venía mal el piropo, pero no debió pasarse. Durante la mañana del martes, en Madrid, Pedro Solbes felicitaba a la CNMV por su actitud en el ataque contra el Banco Popular, que preside Ángel Ron, por parte de una sociedad de origen mexicana, Blueprime, desde un paraíso fiscal en Gibraltar. No olvidemos que Blueprime -aún hoy seguimos sin saber quién está detrás- ofrecía una prima de casi un 50% y no a todos los accionistas, sino a un 20%, a los que poseen paquetes, es decir, a un grupo de elegidos.

Según Solbes, en una declaración cuando menos sorprendente, la CNMV ha hecho muy bien porque no es un "investigador patrimonial". Y es cierto: la CNMV no exigió a Blueprime que dijera quién estaba detrás del ataque, quién era el inversor final. Hasta ahora todo el mundo había creído que era precisamente eso, un órgano encargado de obligar la transparencia al mercado: el accionista que debía aceptar o rechazar la oferta de Blueprime, tiene derecho a saber quién le paga, entre otras cosas para saber si le debe vender. Pero, según la nueva teoría del Gobierno ZP, no.

Imaginemos que aparece una sociedad misteriosa que, desde el paraíso fiscal de Gran Caimán, anuncia que está dispuesta a comprar una participación de control del Banco Santander, primero de España, con una prima del 50% a una serie de accionistas de relevancia. ¿Creen ustedes que la CNMV y el Banco de España no harían "investigación patrimonial", y no exigiría que el atacante se identificara y no le obligaría a pedir permiso al supervisor? El mismo permiso que, por ejemplo, han exigido a Crédit Agricole para entrar en Bankinter, una entidad tres veces más pequeña que el Popular.  

Esa inconsistencia de la que ha hecho pensar al mercado que estábamos ante una operación permitida y alentada desde el Gobierno, por mor, para ser exactos, de un pacto entre ZP y el presidente mexicano Felipe Calderón. Y, para ser exactos, una operación con la que La Moncloa quería acabar como "el banco del Opus". Como se refieren al Popular en la Administración, aunque esa afirmación resulte, cuando menos, discutible.

Pues bien, toda esta grandísima chapuza es narrada así por Pedro Solbes: la CNMV "ha actuado diligentemente" para pedir información. Recuerda que la CNMV "no es un investigador patrimonial" y recuerda también que "todavía no se han producido compras". No, no se dieron pero, ¿qué pasaría si se hubieran dado? Y había un tenedor, Trinitario Casanova, dispuesto a vender a Blueprime su paquete de más del 3%.